Terapia manual o presoterapia: ¿Qué es más efectivo en linfedema secundario?
Mucho se ha hablado sobre la eficacia de la Terapia manual, también conocida como drenaje linfático manual (DLM) y la presoterapia en el tratamiento del linfedema. Ambas técnicas son ampliamente utilizadas para reducir la hinchazón, pero ¿cuál es más efectiva en casos de linfedema secundario, especialmente en pacientes que han recibido tratamiento contra el cáncer?
Recientemente, se realizó un estudio comparativo que analiza los resultados obtenidos con cada técnica en un plazo de dos días. El estudio, publicado en el Journal of Clinical Medicine en la sección de Medicina Vascular el 23 de febrero de 2024, busca arrojar luz sobre la efectividad de cada una de estas terapias.
¿Qué es el linfedema secundario?
El linfedema secundario es una afección que ocurre cuando el sistema linfático se daña o bloquea, normalmente como resultado de un tratamiento contra el cáncer, como la cirugía o la radioterapia.
Esto provoca una acumulación de líquido linfático en los tejidos, lo que genera hinchazón, comúnmente en las extremidades del paciente. A diferencia del linfedema primario, que es congénito, el linfedema secundario se desarrolla a partir de factores externos, generalmente asociados con tratamientos contra el cáncer; como la extracción de ganglios linfáticos o la exposición a radiación. La hinchazón puede ser incómoda y limitar la movilidad, y si no se trata, puede empeorar con el tiempo.
Técnicas más utilizadas para el tratamiento estándar del linfedema:
Antes de nada vamos a explicar las técnicas más utilizadas para el tratamiento estándar del linfedema.
1. TDC o Terapia Descongestiva Compleja: Este enfoque combina varias técnicas para reducir el edema y mantener el control a largo plazo. Entre sus componentes están:
- Drenaje linfático manual (DLM): Que consiste en la aplicación manual de movimientos suaves y rítmicos que estimulan el flujo linfático.
- Vendaje compresivo: Corresponde con prendas o vendajes que ayudan a mantener la reducción del edema entre sesiones.
- Ejercicios específicos: Que ayudan a activar el movimiento linfático.

2. TCPI o Terapia de Compresión Neumática Intermitente (Presoterapia): Gracias a la ayuda de máquinas de presoterapia con prendas que aplican presión controlada en las extremidades, simulando los efectos de la terapia manual.
Diferencias entre la Terapia manual y la Presoterapia en el tratamiento del linfedema secundario
La finalidad de este tipo de terapia no es sólo la reducción de la hinchazón de la zona sino de que sea mantenida a largo plazo de manera controlada, activando el flujo de linfa y previniendo que se vuelva a acumular.
- DLM o drenaje linfático manual. El DLM está recomendado para tratar el linfedema localizado. Se trata de la aplicación por parte del terapeuta de forma manual de una serie de movimientos suaves, superficiales y de forma rítmica en sentido ascendente.
Estos movimientos se realizan ejerciendo un cierto arrastre de la piel que tiene como objetivo abrir las válvulas internas de los vasos linfáticos y activar el flujo de la linfa hacia los ganglios linfáticos. Es aquí donde se filtra la linfa y se eliminan patógenos. - Presoterapia o TCPI. La presoterapia es más adecuada para linfedema generalizado o en casos donde se necesita un tratamiento más uniforme.
Es una técnica que implica la utilización de un equipo o dispositivo mecánico (compresor) junto con unas prendas diseñadas para acoplarse a la extremidad en la que se va a realizar el masaje. Estas prendas están compuestas por celdas que reciben el aire que emite el compresor de manera secuencial o intermitente y controlada. El masaje ayuda a activar la circulación sanguínea y linfática por presión positiva en la zona. Están pensados para simular el movimiento del DLM.
Criterios y métodos del estudio
Criterios de selección
El criterio principal para la selección de pacientes que participaron en el estudio fue que todos padecieran linfedema secundario en la extremidad inferior.
Fueron excluidos cualquier otro tipo de edema ya sea linfedema primario, los debidos a infecciones como erisipela, heridas crónicas, flemones etc.
También se excluyeron pacientes que pese a tener linfedema secundario padecían insuficiencia cardiaca, enfermedades malignas en fase activa…
Métodos
Los pacientes recibieron en todos los casos los dos tipos de terapia con un intervalo entre sesiones de 2 días.
Los terapeutas que realizaron las sesiones de terapia manual eran todos certificados y capacitados en dicha técnica. Hemos de recordar la importancia de la capacitación en DLM para un resultado efectivo y seguro.
El equipo con el que se realizaron las sesiones de CPI era el Lympha Press mini, de 12 celdas por extremidad.
Las sesiones tanto de un sistema como de otro se realizaron durante 45 minutos
El orden de DLM y TCPI se realizó de manera aleatoria así como la asignación a los pacientes.
El espacio de lavado o tiempo entre sesiones fue de 2 días tanto si la terapia manual era la primero como sí lo era la terapia de compresión intermitente
Resultados del estudio
Los resultados indicaron que no hubo diferencias significativas en la reducción del edema entre ambas técnicas, tanto de forma inmediata como a las 48 horas. Este hallazgo es especialmente relevante para el linfedema en las extremidades inferiores, ya que la mayoría de los estudios anteriores se habían centrado en las extremidades superiores.
Comparativa entre técnicas
- A nivel de resultados de eficacia terapéutica tanto subjetiva como objetiva no se han encontrado diferencias significativas siempre que la técnica esté debidamente indicada (casos similares).
- A nivel de sensaciones, dos tercios de los pacientes prefirieron el drenaje linfático manual por considerarlo más cómodo y agradable. Esto sugiere que, desde una perspectiva de experiencia del paciente, el DLM podría ser más aceptado en algunos casos.
- A nivel de control de tiempos y presiones, uno de los beneficios más importantes de la presoterapia es el control preciso de los tiempos de compresión y descompresión, que suelen ser de 30 a 50 segundos.
Esta uniformidad es difícil de replicar de forma manual, lo que puede resultar en una mayor variabilidad en el DLM, dependiendo del terapeuta y la sesión.