El lipedema es una enfermedad que, a pesar de afectar a millones de mujeres en todo el mundo, sigue siendo poco conocida. Se calcula que entre un 10% y un 15% de la población femenina podría padecerlo, muchas veces sin diagnóstico o con diagnósticos erróneos como obesidad o linfedema. El desconocimiento no solo retrasa el tratamiento adecuado, como el que se puede conseguir con una máquina de presoterapia Lympha Press, como veremos más adelante, sino que también genera frustración, dolor crónico y empeoramiento progresivo.
Conocer sus síntomas, cómo se diferencia de otras afecciones similares y qué opciones de tratamiento existen es clave para mejorar la calidad de vida de quienes lo sufren.
¿Lipedema, qué es?
El lipedema, cuyo término significa “líquido en grasa”, es una alteración crónica que provoca una acumulación anormal y simétrica de grasa, casi siempre en piernas, muslos y glúteos, aunque a veces puede empezar entre los tobillos y las rodillas, generando el conocido “signo de Cuff” o forma de copa.
El lipedema es muy frecuente que afecte solo a mujeres y, lamentablemente, no mejora con dieta ni ejercicio. Suele acompañarse de dolor, sensibilidad al tacto, hinchazón, tendencia a los hematomas y una clara desproporción con el resto del cuerpo, incluso en mujeres delgadas.
Podemos clasificar el lipedema en diferentes grados según la textura de la piel y la presencia de nódulos:
Lipedema, causas
Aunque no se conoce con certeza el origen exacto del lipedema, todo apunta a que se trata de una combinación de factores genéticos, hormonales y circulatorios.
Aunque no está directamente relacionado con el peso, factores como el sedentarismo, una mala circulación o antecedentes de trastornos linfáticos podrían favorecer su aparición o empeorar su evolución.
Lipedema síntomas
El lipedema a menudo se confunde con obesidad o retención de líquidos, lo que retrasa su diagnóstico. Para identificarlo correctamente, debemos prestar atención a estos síntomas más habituales:
¿Cómo se diagnostica el lipedema?
El diagnóstico del lipedema es clínico, es decir, se basa en una consulta médica con evaluación de los síntomas y un examen físico. No existe una prueba específica, por lo que el papel del especialista es clave.
Durante la visita, el profesional revisa la historia clínica, valora la distribución de la grasa, la sensibilidad al tacto, y si hay hinchazón o dolor. También puede comprobar el signo de Stemmer, que suele ser negativo en estos casos.
En algunas situaciones, se solicitan pruebas de imagen (como ecografía o resonancia magnética) para descartar otras patologías, como el linfedema.
¿Cuál es la diferencia entre obesidad, lipedema y linfedema?
El tejido de lipedema es doloroso al tacto. Los moretones fáciles son otro sello distintivo porque los capilares sanguíneos son muy frágiles. Los síntomas de dolor táctil y fácil formación de hematomas no se ven también en la obesidad.

Presentación de linfedema y lipedema. Nótese que la hinchazón del lipedema es muy simétrica, con hinchazones más grandes en las caderas, y que los pies no se ven afectados, dando una apariencia de “pantalón” en el tobillo donde comienza la capa grasa.
Progresión a linfedema secundario (Lipolinfedema)
A medida que crecen las capas de grasa se acumula más líquido en los espacios entre las células grasas. Entonces, el edema atrapado provoca inflamación, lo que, a su vez, provoca la acumulación de fibrosis.
La fibrosis y los depósitos de grasa, así como una sobrecarga de edema (líquido linfático), destruyen los vasos linfáticos ya obstaculizados por el entorno inflamatorio.
Finalmente, el lipedema puede progresar a lipolinfedema, que es una forma de linfedema secundario.
La foto B muestra tres mujeres con lipedema, cada una en diferentes etapas de progresión: etapa uno (temprano) a la izquierda y etapa 3, con lipolinfedema y fibrosis significativa, a la derecha.

Diferentes etapas de progresión del lipedema
Lipedema tratamiento
El tratamiento del lipedema puede abordarse de forma conservadora o quirúrgica, en función del grado de afectación y las necesidades propias de cada paciente.
Tratamiento conservador del Lipedema
El enfoque conservador tiene como objetivo aliviar los síntomas, frenar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Incluye varias estrategias diferentes, entre las cuales la presoterapia es una de las más efectivas:
Tratamiento quirúrgico del Lipedema
En algunos casos, puede plantearse la opción de la liposucción asistida por chorro de agua (WAL), una técnica quirúrgica menos invasiva que permite extraer tejido adiposo respetando al máximo las estructuras linfáticas.
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