En la práctica clínica, los profesionales se encuentran a menudo con el reto de aliviar el dolor crónico y la incomodidad que conllevan las alteraciones venosas en sus pacientes. Estos suelen experimentar molestias persistentes, hinchazón e incluso limitaciones en su movilidad, que pueden afectar su calidad de vida y generar un mayor número de complicaciones a largo plazo.

¿Qué son las varices?

Las varices son venas que han sufrido un ensanchamiento y una alteración en su forma debido al estancamiento de sangre. Dependiendo del diámetro de la vena afectada y del grado de deformación, las varices pueden considerarse tanto un problema vascular funcional, como una cuestión estética. Detectar los primeros síntomas es importante, ya que actuar de manera temprana puede evitar la progresión hacia complicaciones más serias, como la insuficiencia venosa o la formación de úlceras por estasis venosa.

Varices: tipos

Existen varios tipos de varices, que podemos clasificar en base a su tamaño, apariencia, gravedad y localización. Comprender qué son las varices en sus múltiples formas es de vital importancia a la hora de establecer el mejor tratamiento.

Tipos de varices según su tamaño

  • Telangiectasias: También conocidas como arañas vasculares, son venas finas y superficiales que tienen tonalidades rojizas o violetas. Suelen considerarse varices leves y son un signo temprano de alteración en el sistema venoso.

  • Varices reticulares: De tamaño medio, se aprecian como cordones con tonalidades azuladas o verdosas. Son indicativas de alteraciones en la circulación y pueden observarse en áreas como las piernas.

  • Varices tronculares: Son las más prominentes, caracterizadas por su gran diámetro y forma tortuosa. Su presencia es evidente y suele requerir intervenciones específicas para mejorar el retorno venoso.

Tipos de varices según su gravedad

  • Grado I: Se denominan varículas y presentan síntomas muy leves.

  • Grado II: Son más visibles y pueden generar dolor, calambres, picor y sensación de pesadez.

  • Grado III: Con venas más dilatadas y tortuosas, suelen estar asociadas a edema y cambios en el tono de la piel.

  • Grado IV: Representan la etapa más grave, pudiendo ocasionar complicaciones como úlceras, erupciones o eczemas.

Tipos de varices según su gravedad

Otras localizaciones y tipos de varices

Además de las clasificaciones anteriores, existen tipos de varices mucho más específicas que merecen atención especial:

  • Varices vulvares: Frecuentes en el contexto del embarazo (varices vulvares embarazo), estas varices necesitan un enfoque terapéutico particular.

  • Varices pélvicas: Pueden afectar en gran medida la calidad de vida y requieren estrategias de tratamiento individualizadas.

  • Varices esofágicas: Aunque menos comunes, su presencia implica la necesidad de intervenciones especializadas en el ámbito gastrointestinal, debido a su ubicación y riesgos asociados.

La correcta identificación de cada tipo de varices y la evaluación de su gravedad permiten a los profesionales planificar estrategias personalizadas. Estas pueden ir desde medidas preventivas, hasta intervenciones terapéuticas más complejas.

¿Por qué salen las varices?

Las varices pueden salir por todo tipo de motivos y factores que incrementan la presión en las venas, que hacen que la sangre se acumule, provocando que estas se dilaten o retuerzan. Este aumento de presión puede ser consecuencia de una debilidad en las paredes venosas o de un mal funcionamiento de las válvulas encargadas de evitar el reflujo sanguíneo. En países occidentales, como España, se calcula que hasta un 73% de la población sufre de varices en algún grado, siendo las mujeres las que se suelen ver más afectivas.

Factores y causas de las varices

  • La mala circulación y defectos en las válvulas: Nuestro organismo trabaja constantemente en contra de la gravedad bombeando de manera contínua un flujo sanguíneo adecuado. Cuando las válvulas venosas no funcionan correctamente, se produce un reflujo que permite que la sangre se acumule en las venas. Esta acumulación incrementa la presión interna, que dilata y retuerce las venas, dando como resultado las varices.

  • Los factores hormonales: La progesterona, una hormona predominante en mujeres, relaja la musculatura y puede debilitar las paredes venosas. Durante el embarazo, este efecto se intensifica, ya que el feto ejerce presión sobre las venas, aumentando el riesgo de desarrollar varices.

  • La edad: Con el simple paso del tiempo, las venas pierden elasticidad y su estructura se debilita, facilitando la aparición de las varices.

  • El sobrepeso y la obesidad: El exceso de peso incrementa la presión sobre las venas de las piernas, lo que somete a las válvulas a un mayor esfuerzo y favorece su deterioro, provocando la aparición de varices en piernas.

  • El permanecer en la misma posición durante varias horas al día: Tanto estar sentado como de pie durante largos períodos de forma habitual, reduce la acción muscular necesaria para impulsar la sangre hacia el corazón, lo que aumenta el riesgo de reflujo y acumulación.

  • Los antecedentes familiares: Una predisposición hereditaria incrementa la probabilidad de desarrollar varices, siendo ya un riesgo considerable en los casos en los que cuando los 2 padres han sufrido de varices.

Todos los factores que acabamos de mencionar pueden dar lugar a venas que se dilatan, retuercen o sobresalen bajo la piel, a menudo acompañadas de hinchazón y dolor en las piernas. Ser capaces de reconocer estas causas es básico para que los profesionales puedan establecer las estrategias preventivas y tratamientos eficaces para todo tipo de varices.

Varices síntomas

Las varices pueden manifestarse a través de diferentes síntomas, según sea su evolución y la persona que las padezca. Aunque en algunos casos son solo un problema estético, en otros pueden generar molestias y complicaciones más serias.

Síntomas más comunes de las varices

  • Venas visibles y dilatadas en las piernas, de color azul o morado.

  • Sensación de pesadez o fatiga en las piernas, especialmente al final del día.

  • Dolor o calambres, sobre todo después de estar mucho tiempo de pie o sentado.

  • Hinchazón en tobillos y pies.

  • Picor o ardor en la zona afectada.

  • Cambios en la piel, como sequedad, enrojecimiento o aparición de manchas.

Síntomas de alerta en varices

En algunos casos, las varices pueden derivar en problemas más serios. Se recomienda acudir de inmediato a un especialista si aparece:

  • Dolor intenso y persistente en una pierna.

  • Inflamación repentina o enrojecimiento de una vena.

  • Aparición de úlceras o heridas que no cicatrizan.

  • Sangrado de una variz.

Detectar las varices a tiempo y aplicar el tratamiento adecuado ayuda a prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de la persona.

¿Cómo quitar las varices?

Cuando elegimos el mejor método para eliminar las varices debemos combinar procedimientos médicos específicos y cambios en el estilo de vida, lo que nos permite adaptar el tratamiento a la gravedad y características de cada caso.

Procedimientos médicos para eliminar las varices

En este procedimiento se inyecta en la vena afectada una solución (puede ser química o salina) que irrita la pared, provocando la formación de tejido conjuntivo que reduce o cierra la vena. La escleroterapia es especialmente eficaz en venas de calibre pequeño (varículas), siendo capaz de conseguir resultados positivos en torno al 80% de los veces. Cuando la vena es de mayor diámetro, se utiliza la inyección de microespuma, la cual permanece en contacto con la pared venosa durante más tiempo, y permite tratar diámetros ligeramente mayores.

Se aplican ráfagas de energía lumínica que la hemoglobina absorbe y convierte en calor, destruyendo selectivamente las venas sin dañar el tejido circundante. Dependiendo de la profundidad y el color de la vena, se pueden usar longitudes de onda cortas (para venitas superficiales de tono rojizo) o largas (para vasos más profundos y de tonalidad azulada). También es posible combinar ambos tipos de láser o integrar la escleroterapia con láser para lograr mejores resultados.

  • La ablación y endoláser: Se utiliza calor intenso para eliminar la vena problemática de manera ambulatoria.
  • La flebectomía: Consiste en realizar pequeños cortes para extraer directamente la vena dañada.

En casos más avanzados, se puede optar por procedimientos como la fleboextracción (stripping), que elimina el tramo de vena afectada, o la cirugía hemodinámica (estrategia CHIVA), que desconecta puntos específicos donde se produce el reflujo, conservando gran parte del sistema venoso superficial.

Cómo evitar las varices

Además de los procedimientos médicos que acabamos de ver, para este tipo de problemas es siempre importante implementar modificaciones en el estilo de vida, que son de gran utilidad tanto a la hora complementar el tratamiento, como de cara a prevenir futuras recurrencias:

  • Realizar ejercicio regularmente (como caminar) para mejorar la circulación.
  • Beneficiarse de la presoterapia, técnica que mediante compresión aumenta la evacuación sanguínea del interior de la vena que se está comprimiendo,  facilitando la velocidad sanguínea.

  • Mantener un peso saludable y controlar la ingesta de sal.

  • Usar calzado adecuado (zapatos planos) y evitar prendas demasiado ajustadas.

  • Elevar las piernas por encima del nivel del corazón y cambiar de posición con frecuencia para favorecer el retorno venoso.

  • Uso de medicamentos venotónicos.

Una evaluación temprana y un enfoque multidisciplinario permiten seleccionar la estrategia más adecuada, previniendo complicaciones y mejorando la salud vascular a largo plazo.

Cómo evitar las varices

Presoterapia y varices

Con el uso de una máquina de presoterapia se produce una mejora de la circulación sanguínea y se reduce la inflamación en las piernas, lo que la convierte en una opción complementaria para tratar las varices.

¿Cómo utilizamos la presoterapia en varices?

  • Se aplica presión controlada en las piernas y áreas afectadas.

  • Esto reduce la hinchazón y alivia la sensación de pesadez.

  • Se estimula el flujo de sangre hacia el corazón.

  • Se promueve el drenaje linfático, eliminando toxinas y líquidos acumulados.

Qué otros beneficios tiene la presoterapia para eliminar varices?

  • Ayuda a reducir la presión arterial en personas hipertensas.

  • Mejora la circulación sanguínea y linfática.

  • Favorece la eliminación de residuos metabólicos.

  • Contribuye a la eliminación de toxinas y líquidos acumulados.

  • Mejora la oxigenación de la piel.

La presoterapia es buena para las varices, ya que se integra de manera efectiva en el tratamiento integral de estos trastornos venosos.

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