En otoño es el momento para empezar a tratar las varices una vez que el calor baja y el tratamiento se hace más efectivo. Pero primero hemos de tener en cuenta qué son las varices y qué tipos hay.
¿Qué son las varices?
El término «variz» proviene del latín varix , que significa dilatación. Las varices son venas dilatadas que se encuentran en la dermis o en el tejido subcutáneo y han perdido su capacidad para realizar correctamente el retorno venoso. Esta condición suele ser el resultado de una insuficiencia venosa , es decir, un déficit en el flujo sanguíneo hacia el corazón, lo que provoca que la sangre se acumule en las venas.
Las varices generalmente afectan a las extremidades inferiores debido a la acción de la gravedad y al aumento de presión que se produce al caminar, estar largos períodos de pie o llevar un estilo de vida sedentario. Sin embargo, las varices también pueden aparecer en otras áreas del cuerpo, como la región anorrectal, la pared abdominal, el cordón espermático o incluso el esófago.
Las varices pueden variar en grosor, color y grado de molestia. Dependiendo de estas características, pueden clasificarse como un problema estético (cuando no causan síntomas importantes) o como una enfermedad venosa (cuando generan dolor, hinchazón u otros síntomas).
¿Qué tipos de varices hay?
Las varices pueden clasificarse en 2 categorías principalmente según su tamaño, ubicación y apariencia, en donde las más comunes son:
¿Cómo se pueden tratar las varices?
Hemos de tener en cuenta que cada tipo de variz y cada paciente tienen su propio tratamiento. Para ello se realizarán unas pruebas como la Eco-Doppler, una técnica de imagen no invasiva que permite evaluar el flujo sanguíneo dentro de las venas y detectar anomalías en el retorno venoso, necesaria para identificar el origen de las varices, su severidad y si existen complicaciones subyacentes.
También una evaluación por parte del doctor realizará una evaluación clínica completa, considerando aspectos como:
Una vez realizado se decidirá qué alternativa de abordaje se ha de seguir teniendo en cuenta que por norma se tratan de grandes a pequeñas.
Las técnicas pueden ser:

Tratar las varices con Escleroterapia
Esclerosis convencional
La esclerosis de varices es un tratamiento mínimamente invasivo que se utiliza principalmente para eliminar varices pequeñas, medianas y grandes. Una de las técnicas más comunes dentro de este procedimiento es la esclerosis convencional, que consiste en inyectar una sustancia líquida esclerosante directamente en la vena enferma.
¿Cómo funciona la esclerosis convencional?
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Se realiza la inyección de esclerosante: Mediante una jeringuilla fina (similar a las usadas para insulinizar), se introduce una solución esclerosante en la vena afectada.
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La solución irrita el endotelio: El esclerosante irrita la capa interna de la vena (endotelio), provocando su inflamación.
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La vena se cierra: Esta inflamación genera una micro-trombosis, seguida por una fibrosis que hace que la vena se retraiga y desaparezca gradualmente con el tiempo.
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La vena se reabsorbe de forma natural: La vena tratada se reabsorbe y desaparece, dejando una apariencia más estética y aliviando síntomas como dolor o hinchazón.
Este tratamiento es ambulatorio , lo que significa que no requiere hospitalización y puede realizarse en una consulta médica. Es especialmente efectivo para tratar varices grandes y profundas , aunque también puede utilizarse en varices más pequeñas dependiendo del caso.
Esclerosis con micro-espuma:
El esclerosante utilizado en esta técnica es el mismo que en la esclerosis convencional, pero varía su presentación en forma de espuma. Esta presentación permite que la sustancia se expanda dentro de la vena y adhiera mejor a su pared interna (endotelio), irritándola y provocando su cierre.
Crioesclerosis
En la crioesclerosis , se utiliza una sustancia esclerosante líquida que se enfría a aproximadamente -42°C mediante nieve carbónica antes de ser inyectada. Este proceso reduce significativamente el tiempo necesario para la compresión con medias elásticas, haciéndolo ideal para áreas sensibles o delicadas.
Tratamiento para varices con láser
Para tratar las varices, se pueden utilizar diferentes tipos de láser dependiendo del criterio del especialista. Los más comunes son los láseres de diodo a 980 nm o el láser ND:YAG a 1064 nm. Estos equipos emiten pulsos de luz láser controlados que recorren toda la longitud de la vena visible.
La luz láser penetra a través de la piel y calienta las paredes internas de la vena, provocando una lesión controlada que hace que la vena se cierre. Este proceso genera un cordón dentro de la vena, el cual puede reabsorberse con el tiempo o incluso desaparecer inmediatamente tras el tratamiento.
El tratamiento con láser es especialmente efectivo para varices finas y medianas , ya que estas venas son más accesibles y responden mejor al calor generado por el láser. Es una opción ideal cuando las varices no requieren intervenciones más invasivas.
Terapia combinada láser y escleroterapia en el tratamiento para varices
Cuando las varices afectan diferentes profundidades en el tejido, es común combinar las técnicas de láser y escleroterapia para maximizar la eficacia del tratamiento. Esta combinación permite abordar tanto las venas más profundas como las superficiales de manera precisa.
Un ejemplo típico de este enfoque sería comenzar tratando la parte más profunda de la vena, aquella que irriga a las venas superficiales. Primero, se inyecta una sustancia esclerosante en esta zona profunda para cerrar la vena principal. Inmediatamente después, se aplica el láser sobre las venas superficiales para eliminarlas con precisión.
Además, en casos donde las venas superficiales sean especialmente delicadas o abundantes, también puede utilizarse crioesclerosis para difuminarlas de manera efectiva. Este método complementario reduce aún más el tiempo de recuperación y mejora los resultados finales.
Presoterapia para mejorar resultados
Para potenciar los resultados del tratamiento y prevenir la reaparición de nuevas varices, se recomienda complementar la esclerosis de varices con terapias como la presoterapia, dónde en CINCOS somos expertos.
La presoterapia es un tratamiento en el que se utiliza una máquina de presoterapia para aplicar compresión intermitente en las extremidades, mejorando la circulación sanguínea y reduciendo la retención de líquidos. Este método es especialmente útil después de la esclerosis de varices para:
Algunas de las máquinas de presoterapia médica más avanzadas como las Lympha Press ofrecen programas personalizados que se adaptan a las necesidades de cada paciente, garantizando la mejor recuperación.
¿Pueden aparecer efectos secundarios tras tratar las varices?
Si bien con una valoración adecuada, una aplicación precisa y una estrategia bien planificada, la aparición de efectos secundarios es poco frecuente, ningún tratamiento médico está completamente exento de posibles reacciones indeseadas.
Efectos secundarios comunes
Cómo minimizar los riesgos
Para reducir al máximo las probabilidades de efectos secundarios, es fundamental:
Recuerda que, aunque estos efectos son raros y generalmente leves, es importante informar a tu médico si notas cualquier síntoma inusual o persistente.