A continuación, explicamos qué es la obesidad mórbida, patologías están asociadas a ella y las principales causas que la provocan. También, indicamos algunos consejos para prevenirla.
¿Qué se conoce como obesidad mórbida?
La obesidad mórbida, u obesidad de clase III, es una patología de carácter crónico. Se caracteriza por el aumento de la grasa corporal por encima del 80% del IMC recomendado.
Este tipo de obesidad tiene una prevalencia mayor en los países desarrollados. Es una enfermedad metabólica, además, conlleva o se asocia a otras enfermedades como son la diabetes o la hipertensión.
¿Cómo se calcula el IMC?
El Índice de Masa Corporal (IMC), es el resultado de dividir el peso en kilogramos por la altura o talla. Este cálculo da como resultado desde el bajo peso a la obesidad mórbida diferenciando al menos 6 catalogaciones de IMC.
Tipos de IMC
Los tipos de IMC, según sus seis categorizaciones, son:
- Por debajo del 18,5 la catalogación es de Bajo Peso
- Entre el 18,5 y el 24,9 sería el normopeso o peso normal, el más recomendado por los médicos.
- Entre el 25 y 29,9 ya aparece el sobrepeso o inicio de obesidad
- Entre el 30 y el 34,9 se cataloga la obesidad tipo I
- Entre 35 y 39,9 se cataloga Obesidad tipo II
- A partir de 40 La obesidad mórbida o tipo III
Estos índices son orientativos ya que podemos encontrar personas con gran peso muscular que su IMC resultaría ser obeso sin que en realidad exista un exceso de grasa. También, en casos de personas que retienen gran cantidad de líquido puede ser engañosa esta tabla. Además, se padece de obesidad extrema si el peso sobrepasa los 45,5 kilos del peso recomendado por el médico.
Patologías asociadas a la obesidad mórbida
La obesidad mórbida es una enfermedad que puede llevar a desarrollar gran número de alteraciones de salud graves. Algunos de las patologías asociadas son:
- Presión arterial alta
- Diabetes
- Problemas cardiacos
- Colesterol alto
- Trastornos de carácter respiratorios como la apnea del sueño
- Problemas o enfermedad de la vesícula
- Hígado graso no alcohólico
- Síndrome metabólico
- Problemas ginecológicos
- Disfunción eréctil
- Cáncer en múltiples variables: cáncer de cuello de útero, cáncer de útero, endometrio, de ovarios, de mama, de colon, de recto, de vesícula, de hígado, de riñones, de páncreas y de próstata.
- Problemas o riesgo de padecer un accidente cerebrovascular
- Artrosis
¿Cuáles son las causas de la obesidad mórbida?
No acumular grasa, el estilo de vida, el sedentarismo y la ingesta de alto valor calórico han de ser controlados. No obstante, hay otras causas por las que se puede padecer este problema de salud.
- Factores genéticos: la herencia genética influye a nivel metabólico y en cómo se almacena la grasa
- Trastornos tiroideos: algunas alteraciones de la tiroides pueden dar como resultado la obesidad.
- Factores psicológicos: estrés, la ansiedad o la depresión pueden hacer que se coma de forma compulsiva.
- Factores ambientales: el entorno de la persona influye. Así, el estilo de vida de las personas que rodean, su alimentación y la cantidad de ejercicio pueden ser condicionantes. Así, vemos que familias enteras pueden padecer las mismas alteraciones debido al estilo de vida.
A su vez, otros factores pueden influir como son:
- La persona no quema calorías, es poco activa.
- Problemas médicos: enfermedades como la artritis entre otras disminuyen el nivel de actividad física y provocan aumento de peso.
- Edad: cuando envejecemos disminuye el metabolismo por lo que aumenta el riesgo de padecer obesidad.
- Medicamentos: antidepresivos, anticonvulsivos, medicamentos para la diabetes, esteroides… pueden favorecer la obesidad
- Embarazo: durante el embarazo se gana peso irremediablemente. Luego no siempre es fácil perderlo por lo que puede influir en la aparición de la obesidad.
- Dejar de fumar: frecuentemente está relacionado el dejar de fumar y el aumento de peso.
- Falta de sueño: no dormir suficiente o dormir demasiado pueden inducir a alteraciones hormonales.
Cómo la prevenimos
Evidentemente no hay nada nuevo en las medidas a tomar: ejercicio diario, dieta saludable y controlar lo que comes y bebes.
- Hacer ejercicio de forma regular. Entre 2,5 y 5 horas semanales de ejercicio físico de intensidad moderada. Puede ser caminar rápidamente y hacer natación.
- Alimentación saludable. Comer alimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías, frutas, vegetales y cereales integrales. También evitad grasas saturadas, dulces y alcohol. Importante comer tres veces al día. Esporádicamente puedes hacer una excepción con alto contenido calórico y graso para ayudarte a posteriormente seguir la dieta.
- Reconoce y evita las trampas de comida que hacen que comas. Identifica las situaciones que hacen que comas fuera de control. Intenta llevar un diario en el que escribas lo que comes, cuánto comes, cuándo comes, cómo te sientes y cuánta hambre tienes. Luego de un tiempo, deberías ver ciertos patrones. Puedes planificar y desarrollar estrategias para manejar este tipo de situaciones y mantener el control de tus conductas alimentarias.
- Controlar tu peso regularmente. Pesarse al menos 1 vez por semana para hacer control de la evolución, pero no cada día que nos puede llevar a confusión por momentos de bajada de peso insuficiente. Esto ayuda a detectar subidas y controlarlas antes de un gran problema.
- Sé constante. Saltarse lo menos posible la dieta y seguirla tanto en los días laborables como los festivos.
El activar la circulación de retorno para eliminar mayor cantidad de residuos, que no se acumule la grasa y eliminar la retención de líquidos ayuda a tratar la obesidad. Es por esto que la presoterapia Ballancer ayuda en los tratamientos de pérdida de grasa y volumen convirtiéndose en un aliado de las dietas de adelgazamiento.
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