La flacidez corporal es una de las preocupaciones estéticas más comunes, especialmente a partir de cierta edad o después de cambios importantes en el cuerpo, como el embarazo o la pérdida de peso. Ver cómo la piel pierde firmeza y elasticidad puede generar inseguridad, pero entender qué provoca esta flacidez corporal es el primer paso para mejorarla.
Factores como la genética, los cambios hormonales o el estilo de vida influyen en su aparición, pero, por suerte, como iremos viendo, hay formas de prevenirla y tratarla.
¿Qué es la flacidez corporal?
Cuando hablamos de flacidez corporal nos referimos a dos niveles: el de la piel y el muscular. La pérdida de firmeza y tono en la piel se debe a la reducción en la producción de colágeno y elastina, además del envejecimiento natural. En el caso de la musculatura, la falta de ejercicio y un estilo de vida sedentario son los principales responsables.
Flacidez corporal causas
Algunas de las causas más comunes de la flacidez corporal son:
Flacidez corporal ¿A qué zonas afecta más comúnmente?
La flacidez corporal, junto con la celulitis, es uno de los problemas estéticos más frecuentes tanto en hombres como en mujeres. No se trata solo de un signo de envejecimiento, ya que también puede afectar a personas jóvenes debido a factores como la falta de ejercicio, cambios de peso o predisposición genética.
Las zonas más afectadas por la flacidez corporal son:
Flacidez corporal ¿Cómo retrasarla o prevenirla?
Prevenir la flacidez corporal es posible con hábitos que mejoren la calidad de la piel y refuercen los tejidos de sostén. Estos son algunos consejos importantes a la hora de prevenir la flacidez corporal y mantener la firmeza:
Tratamiento eficaz para la flacidez corporal
Cuando se busca el mejor tratamiento para la flacidez corporal, existen diferentes técnicas que ayudan a mejorarla estimulando la producción de colágeno y mejorando la firmeza de la piel. Entre ellas debemos destacar:
Para los profesionales y centros de estética, la presoterapia Ballancer® es sin lugar a dudas, un tratamiento complementario perfecto cuándo se busca potenciar los efectos de otros procedimientos reafirmantes. Su acción sobre el sistema linfático y circulatorio favorece la eliminación de líquidos y toxinas, mejorando los resultados de técnicas como la radiofrecuencia, la carboxiterapia o la mesoterapia. Incorporarlo en cabina no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también aumenta más si cabe la eficacia de los protocolos de tratamiento para la flacidez corporal.