Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se celebra el 19 de octubre, queremos compartir contigo información relevante sobre esta enfermedad que cada año afecta a millones de mujeres en todo el mundo.

En este artículo expondremos las cifras de incidencia, mortalidad, prevalencia y supervivencia, así como información detallada sobre el linfedema, uno de los efectos secundarios más comunes tras los tratamientos contra el cáncer de mama, así como, también descubriremos los beneficios que puede aportar una máquina de presoterapia médica, como el caso de los equipos Lympha Press, en su tratamiento y calidad de vida de la mujer.

Incidencia del cáncer de mama

El cáncer de mama, junto con los cánceres de piel, es una de las patologías oncológicas más frecuentes entre las mujeres en todo el mundo.

Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en España se diagnosticaron 35.001 nuevos casos durante el año pasado. Esta cifra representa aproximadamente el 29% de todos los tumores detectados en mujeres en nuestro país.

La incidencia muestra una clara correlación con la edad:

  • Mayor presencia en mujeres entre 45 y 65 años

  • Aumento exponencial de diagnósticos a partir de los 75 años

A pesar de que España no tiene un sistema nacional de registro de tumores, la AECC ha observado que el número de casos aumenta gradualmente a nivel mundial. Se cree que esta tendencia se debe principalmente al envejecimiento progresivo de la población.

Actualmente, la tasa de incidencia se sitúa en 138 casos por cada 100.000 habitantes.

Un dato revelador es que 1 de cada 8 mujeres tiene riesgo de desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida.

Tasa de mortalidad del cáncer de mama

En España, la tasa de mortalidad por cáncer de mama se mantiene entre las más bajas de Europa. Durante 2023, esta enfermedad causó el fallecimiento de 6.492 mujeres, cifra que representa el 13,8% del total de muertes por tumores en mujeres españolas.

A pesar de continuar siendo uno de los tumores que provocan el fallecimiento de más mujeres cada año, los datos muestran una tendencia claramente descendente. Esta favorable evolución obedece a 2 factores principales:

  • La implementación efectiva de programas de cribado que permiten la detección precoz.

  • El desarrollo de tratamientos más eficaces y con menor grado de efectos secundarios.

Aunque las mujeres mayores de 75 años tienen más riesgo de fallecer por esta enfermedad, es esperanzador ver que la mortalidad está bajando en personas de todas las edades, lo que demuestra que los avances médicos están teniendo un efecto muy positivo.

¿Linfedema qué es?

El linfedema es una acumulación anormal de líquido rico en proteínas en los tejidos blandos del cuerpo, consecuencia de una alteración en el sistema linfático. Esta obstrucción provoca hinchazón y sensación de pesadez en la zona afectada.

Síntomas del linfedema

¿Cómo se puede reconocer un linfedema? Estos son los principales signos:

  • Sensación de pesadez o rigidez en la extremidad.

  • Molestias o dolor en la zona afectada.

  • Piel más gruesa o endurecida.

  • Dificultad para mover la extremidad con normalidad.

  • Mayor propensión a infecciones.

El linfedema no aparece de repente. Las primeras señales suelen ser una sensación de pesadez en la zona o el endurecimiento de algunas áreas, especialmente en la parte delantera del brazo y la zona del codo. Identificar estos primeros síntomas es realmente importante, ya que permite iniciar el tratamiento antes de que empeore.

Con el tiempo, la extremidad aumenta de tamaño y pueden aparecer dolor y problemas para moverlo. Este cambio en la apariencia física puede afectar al estado de ánimo, a cómo se ve la mujer a sí misma y a sus relaciones con los demás, lo que puede disminuir su calidad de vida. Por eso es tan importante acudir a las revisiones con el oncólogo y el fisioterapeuta, que podrán detectar el problema pronto y comenzar el tratamiento de inmediato.

Este problema se agrava considerablemente cuando, además de la cirugía, la paciente recibe radioterapia en la región axilar o inguinal, ya que este tratamiento puede causar fibrosis adicional en los conductos linfáticos.

¿Cómo se diagnostica un linfedema?

Si se nota que en la extremidad (del mismo lado de la operación) está más hinchada o presenta algún cambio, lo primero que se debe hacer es consultarlo con el oncólogo. Él lo examinará a fondo y, si lo considera necesario, pedirá pruebas adicionales o enviará a la paciente a rehabilitación o a una Unidad especializada en linfedema.

Los elementos más importantes para el diagnóstico son:

  • El examen físico: observación y palpación de la extremidad.

  • La historia clínica: antecedentes y evolución de los síntomas.

En algunos casos, pueden realizarse pruebas más específicas, como un:

  • Linfangiograma: se inyecta un contraste en los vasos linfáticos y se toman radiografías. Es un procedimiento complejo que requiere aislar quirúrgicamente los vasos.

  • Linfoscintigrafía: se inyecta una sustancia radiactiva que se concentra en los vasos linfáticos y se observa con una gammacámara. Es menos invasiva y más utilizada.

  • Linfo-resonancia magnética (MRL): muestra con detalle los cambios en vasos linfáticos y ganglios.

Una vez diagnosticado el linfedema, se debe acudir a un fisioterapeuta que, tras un examen, adaptará el tratamiento al caso particular.

Los fisioterapeutas usan un método sencillo y efectivo para evaluar el linfedema:

¿Cómo se diagnostica un linfedema?

Miden el diámetro del brazo cada 5 cm por encima y por debajo del codo. 

Si encuentran diferencias mayores de 2 cm entre el brazo afectado y el sano, se considera relevante. También palpan el brazo y el tórax para detectar zonas endurecidas y realizan maniobras específicas que les informan sobre la textura del linfedema.

Solo el fisioterapeuta está capacitado para realizar este diagnóstico y diseñar un tratamiento personalizado.

Tipos de linfedema

Según cuando aparece, el linfedema puede ser:

  • Linfedema precoz: Después de la cirugía, suele aparecer una hinchazón en el tórax y la parte interna del brazo. Puede desaparecer por sí sola o con tratamiento de fisioterapia. Si continúa después de 3 meses sin recibir tratamiento, puede convertirse en un linfedema permanente.

  • Linfedema tardío: Aparece tiempo después de la operación, cuando un linfedema que no era visible (solo detectable con pruebas específicas) se descompensa. Puede desencadenarse por una infección, exceso de actividad física u otras causas.

Formas clínicas del linfedema

El linfedema relacionado con el cáncer de mama puede presentarse de diferentes formas:

  • Total: afecta a todo el brazo y puede extenderse al tórax

  • Suspendido o proximal: solo afecta a la parte superior del brazo (del hombro al codo)

  • Distal: afecta solo al antebrazo y/o la mano (menos frecuente, pero suele aparecer antes)

Cómo evoluciona el linfedema

El linfedema tiende a empeorar con el tiempo, tanto en tamaño como en dureza, aunque la velocidad de progresión varía en cada persona.

En cuanto a la dureza, el linfedema pasa por estas 3 fases:

  • Fase líquida: el linfedema es blando y mejora al mantener el brazo elevado en reposo

  • Fase fibrótica: aparecen zonas duras y ya no mejora con la elevación del brazo

  • Fase grasa: el linfedema se vuelve completamente duro, no responde a la elevación y pueden aparecer cambios visibles en la piel

¿Qué es una linfadenectomía?

La linfadenectomía consiste en la extirpación quirúrgica de uno o varios ganglios linfáticos. En el contexto del cáncer de mama, esta intervención resulta fundamental para el estadiaje tumoral y la planificación terapéutica.

Cuando se extirpan los ganglios axilares, se altera el drenaje habitual de la linfa, predisponiendo al desarrollo de linfedema en el brazo. El linfedema post-quirúrgico es un trastorno crónico y de naturaleza progresiva si no se maneja adecuadamente.

Para su control efectivo, es indispensable:

  • La detección temprana.

  • El tratamiento oportuno.

  • La implementación de medidas preventivas como drenajes linfáticos, ejercicios específicos y cuidados meticulosos de la piel.

Grados de linfedema en casos de cáncer de mama

La “inflamación” o “edema” que, por lo general, aparece en uno de los brazos o de las piernas, puede clasificarse en varias fases:

Grados de linfedema en casos de cáncer de mama
  • Estadio I o infraclínico: El Estadio I o infraclínico sólo se ve por linfografía (contraste en el interior de los vasos). Suelen ser pacientes que comentan pesadez

  • Estadio II: En el Estadio II este edema ya es visible, pero se revierte elevando el brazo en reposo. Aquí ya necesita rehabilitación fisioterapéutica o tratamiento de presoterapia de inmediato para evitar que evolucione.

  • Estadio III: En el Estadio III es irreversible. En este momento, no cambia ni mejora con el brazo elevado en reposo. En este estadio, es imprescindible seguir con el tratamiento de fisioterapia y/o presoterapia.

  • Estadio IV: En el Estadio IV ya es irreversible. En este estadio, se detectan cambios en la piel, fibrosis. En este momento, es imprescindible seguir con los tratamientos de fisioterapia y/o presoterapia.

Aproximadamente 1 de cada 4 mujeres padecerán linfedema. No en todos los casos surge en el mismo plazo de tiempo, puede tardar años en producirse o bien de forma inmediata. Lo más frecuente es que el 75% de los casos aparezcan durante el primer año tras la cirugía.

Tratamiento del linfedema

Para tratar el linfedema de manera efectiva, se necesitan combinar varias técnicas:

  • 1.- Drenaje linfático:

    • Manual: Lo realiza un fisioterapeuta con sus manos, usando movimientos suaves que ayudan a que la linfa fluya mejor.
    • Presoterapia: Usando equipos de presoterapia médica profesionales, como las Lympha Press, que comprimen el brazo de forma rítmica y controlada.
  • 2. – Vendajes compresivos:

    • Se colocan después de cada sesión de drenaje para mantener los buenos resultados.
    • Se adaptan a cada persona según la forma y tamaño de su brazo.

Es importante saber que estos 2 tratamientos deben ir siempre juntos. Los fisioterapeutas han visto que hacer solo drenaje sin vendaje después, o poner vendaje sin haber hecho drenaje antes, no funciona tan bien.

Durante este tratamiento, el fisioterapeuta creará un plan personalizado para cada paciente. Al principio, lo normal es hacer sesiones todos los días hasta que se note una mejora clara.

Tratamiento del linfedema

Cuando el linfedema empieza a ser considerable, la presoterapia con Lympha Press marca una gran diferencia. Estos equipos médicos ayudan a que el tratamiento funcione mucho mejor y más rápido. Su tecnología de compresión por fases hace que el exceso de líquido se elimine de más eficiente que con otros métodos tradicionales.

División médica

Lympha Press®

Máquinas de uso médico, presentes en hospitales, clínicas especializadas, centros médicos y tratamientos domésticos.

Ejercicios para Linfedema en el brazo

Después de una cirugía de mama, es importante realizar ejercicios específicos que ayuden a prevenir el linfedema. Estos ejercicios deben iniciarse bajo la supervisión de un fisioterapeuta, quien irá introduciendo progresivamente nuevos movimientos según la evolución de la paciente.

Hemos preparado una guía práctica de ejercicios que tienen diferentes objetivos y son muy recomendables en diferentes etapas del linfedema, para que los compartas con tus pacientes.

Estos ejercicios son la base para iniciar cualquier programa de rehabilitación, ya que favorecen el retorno venoso y linfático:

  • Diafragmáticos: Tomar aire por la nariz intentando hinchar el abdomen, retener el aire unos segundos y expulsarlo lentamente por la boca. Colocar las manos sobre el abdomen para sentir el movimiento.
  • Torácicos bajos: Inspirar expandiendo la parte inferior del tórax, mantener el aire unos segundos y soltarlo lentamente. Colocar las manos en las últimas costillas para sentir cómo se mueven al respirar.
  • Torácicos altos: Respirar expandiendo la parte superior del tórax. Retener el aire brevemente y exhalar despacio. Situar las manos en la parte alta del pecho para notar la expansión.

Estos ejercicios ayudan a activar la circulación linfática en los brazos:

  • Sentada en un taburete, elevar lentamente el brazo hacia delante mientras abre y cierra la mano.
  • En la misma posición, separar el brazo lateralmente abriendo y cerrando la mano.
  • Sentada frente a una mesa, con el tronco recto, colocar la mano sobre un libro en la mesa. Deslizar el libro hacia delante hasta sentir una leve molestia, y vuelve a la posición inicial.
  • Sentada lateralmente a la mesa, desplazar el brazo hacia delante y hacia atrás utilizando un libro bajo la mano para facilitar el movimiento.
  • Sentada, sujetar una toalla por la espalda con una mano por arriba y otra por abajo. Realizar movimientos de tracción alternando ambas manos.

Estos ejercicios deben realizarse 2-3 veces al día durante unos 30 minutos. Es importante que los movimientos sean suaves, nunca vigorosos:

  • Con un palo sujetado horizontalmente, levantarlo por encima de la cabeza todo lo que pueda.
  • Colocar los brazos en cruz y elevarlos juntando las palmas de las manos por encima de la cabeza.
  • Con las manos entrecruzadas en la nuca, juntar los codos delante y luego separarlos al máximo sin soltar las manos.
  • Entrelazar las manos en la espalda lo más alto que se pueda y llevar los brazos hacia atrás.
  • Frente a una pared, dibujar un círculo con el brazo afectado, lo más grande posible, primero en un sentido y luego en el otro.
  • En la misma posición, hacer que los dedos índice y anular «caminen» por la pared subiendo lo más alto posible.
  • Con los brazos extendidos hacia delante a la altura de los hombros, flexionar los codos mientras cierra los puños. Luego estirar los brazos abriendo las manos.
  • Mover los brazos imitando el estilo de natación «braza».

Estos ejercicios adicionales ayudan a mantener la movilidad del hombro:

  • Rotaciones de hombro: Con los brazos relajados a los lados, hacer pequeños círculos con los hombros hacia adelante y luego hacia atrás.
  • Elevación de hombros: Elevar ambos hombros hacia las orejas, mantener 5 segundos y relajar.
  • Giros de muñecas: Con los codos flexionados pegados al cuerpo, realizar círculos con las muñecas en ambas direcciones.

El uso de una pelota suave (tipo anti-estrés) puede ser beneficioso:

  • Apretar y soltar la pelota con la mano del lado operado, repetidamente.
  • Con el brazo extendido, rodar la pelota sobre una mesa haciendo pequeños círculos.
  • Colocar la pelota entre las palmas de ambas manos y presionar suavemente.

Alimentos prohibidos con Linfedema, y consejos de alimentación

El éxito del tratamiento del linfedema no solo depende de ejercicios y tratamientos físicos; la alimentación también es muy importante. Ciertos alimentos pueden empeorar la retención de líquidos y aumentar la inflamación, mientras que otros pueden ayudar a reducirla.

  • Los alimentos ricos en sal: Embutidos, conservas, ahumados, sopas preparadas, salsas comerciales y snacks salados (patatas fritas, frutos secos salados).
  • Los alimentos procesados: Comida rápida, precocinados, bollería industrial y productos con aditivos.
  • Las bebidas “problemáticas”: Refrescos azucarados, alcohol, café y otras bebidas con cafeína como té fuerte o bebidas energéticas.
  • Las grasas no saludables: Productos con grasas trans y aceites vegetales refinados.
  • Se debe mantener un peso saludable: El sobrepeso agrava los síntomas del linfedema y dificulta su control.
  • Intentar estar siempre bien hidratada: Beber entre 1,5-2 litros de agua diariamente para favorecer el correcto funcionamiento del sistema linfático.
  • Se deben priorizar alimentos naturales: Frutas, verduras, legumbres, pescado y carnes magras deben ser la base de la alimentación.
  • Consumir alimentos antiinflamatorios: Incluir regularmente alimentos como el jengibre, cúrcuma, frutas del bosque, pescado azul y aceite de oliva virgen extra.
  • Cocinar sin sal: Utiliza hierbas aromáticas y especias para dar sabor a tus platos.
  • Elevar ligeramente el brazo afectado durante la noche, apoyándolo sobre una almohada.
  • Si se utiliza manguito de contención, seguir estrictamente las pautas del fisioterapeuta.
  • Evitar a toda costa el tabaco: Además del alcohol, el tabaco también puede empeorar la circulación y agravar el linfedema.

Una alimentación adecuada no solo ayuda a controlar el linfedema, sino que también mejora la salud general y la calidad de vida de la paciente.

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