Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia acaban de lanzar una bomba en el mundo de la nutrición: el aspartamo, ese edulcorante que llevas años consumiendo pensando que es «la opción saludable», podría estar aumentando tu riesgo de infarto o derrame cerebral. Y no, no es alarmismo barato. Es ciencia publicada en Cell Metabolism.

El estudio surgió de la forma más casual posible: un investigador vio a su estudiante bebiendo un refresco ‘light’ y pensó «deberíamos investigar esto». Lo que descubrieron después debería hacer que te replantees esa Coca-Cola Zero que tienes en la mano.

Lo que el aspartamo está haciendo a tus arterias

Los resultados son claros y preocupantes. El consumo de este edulcorante artificial aumenta los niveles de insulina en sangre y favorece la acumulación de grasa en las arterias. Traducción: más riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

El equipo alimentó a ratones durante tres meses con una dieta que contenía aspartamo en dosis equivalentes a lo que un humano consumiría bebiendo aproximadamente tres latas de refresco dietético al día. Antes de que pienses «yo no bebo tanto», recuerda que el aspartamo está en MUCHÍSIMOS productos: chicles, yogures light, cereales, postres sin azúcar…

Los resultados comparados con ratones que no consumieron edulcorantes:

  • Placas arteriales más grandes y con mayor contenido de grasa
  • Niveles más altos de inflamación vascular
  • Aumento significativo de insulina en sangre

Todo eso son indicadores de una salud cardiovascular seriamente comprometida.

peligros espartamo

Cómo el aspartamo engaña a tu cuerpo

Aquí viene lo más fascinante (y aterrador) del asunto. El aspartamo es 200 veces más dulce que el azúcar. Tu boca, intestinos y otros tejidos tienen receptores que detectan la dulzura y activan la liberación de insulina.

El problema: el aspartamo engaña brutalmente a estos receptores, haciendo que liberen MUCHA más insulina de la necesaria.

La reacción en cadena es esta:

  1. Consumo de aspartamo → Receptores de dulzor activados
  2. Liberación excesiva de insulina → Niveles anormalmente altos en sangre
  3. Activación de señal CX3CL1 → Inflamación vascular
  4. Formación de placas en arterias → Mayor riesgo cardiovascular

«Las bebidas dietéticas bajas en calorías hacen que la gente piense que son menos dañinas, lo que lleva a un consumo elevado que aumenta el riesgo» – Equipo investigador del Instituto Karolinska

Los edulcorantes no son tan saludables como pensábamos.

Las limitaciones del estudio (que también importan)

Antes de entrar en pánico total, los propios investigadores advierten sobre las limitaciones:

Este estudio se hizo en ratones, no en humanos. Los procesos metabólicos de los roedores no son idénticos a los nuestros.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha evaluado el aspartamo múltiples veces, la última en 2013, considerándolo seguro. Incluso después de que la OMS lo incluyera en 2023 en su grupo 2B (posiblemente carcinógeno) por «evidencia limitada», la EFSA mantiene su postura.

Los próximos pasos: verificar si estos hallazgos se confirman en humanos y explorar si otros edulcorantes (sucralosa, acesulfamo K) tienen efectos similares.

¿Sigo consumiendo espartamo? ¿Qué hago?

Opciones para reducir el riesgo:

  • Si consumes aspartamo regularmente: Plantéate reducir gradualmente. No se trata de eliminar todo de golpe, pero sí de ser consciente de cuánto estás consumiendo realmente.
  • Alternativas más seguras: Stevia natural, eritritol o simplemente reducir la necesidad de dulzor en tu dieta. Tu paladar puede adaptarse a sabores menos dulces en 2-3 semanas.
  • Cuida tu salud cardiovascular de forma integral: Más allá del aspartamo, tu sistema vascular necesita atención completa. Ejercicio regular, hidratación adecuada, dieta rica en antiinflamatorios naturales y, en casos de problemas circulatorios, tratamientos como la presoterapia que mejoran el retorno venoso y reducen la inflamación.

Lee las etiquetas: El aspartamo se esconde en productos insospechados. Chicles «sin azúcar», yogures light, medicamentos, suplementos…

No se trata de prohibir, se trata de saber

Los edulcorantes artificiales están en CASI TODOS los alimentos procesados. Por eso es crucial entender su impacto a largo plazo.

No se trata de generar histeria, sino de tomar decisiones informadas.

¿Significa esto que nunca más puedes tomar un refresco light? No necesariamente. Significa que el consumo habitual y elevado podría tener consecuencias que aún estamos empezando a comprender.

Y mientras la ciencia sigue investigando, tal vez sea momento de replantearte cuánto estás apostando por los «alimentos sin azúcar».

Porque al final, tu corazón no distingue entre «light» y «normal». Solo sabe si lo estás cuidando o no.

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